Mitos griegos
1.
Ares (El Dios de la guerra)
2.
Leyenda de amor
3.
Cronos o Saturno
4.
Troya
5.
El rapto de Helena
6.
La jefatura de las tropas
7.
Inicio de la guerra
8.
Muerte de Aquiles
9.
Saqueo de Troya y regreso de los supervivientes
Ares
(El Dios de la guerra)
Según
cuenta la mitología
griega, Ares era hijo de Zeus y Hera, por tanto dios e inmortal, y
pronto se proclamó como dios de la guerra. A pesar de ser inmortal sí que
sentía dolor, (sus gritos podían oírse desde el más alejado de los confines), y
cuando se encontraba herido siempre buscaba el poder
sanador de su padre, el gran Zeus. Sin embargo, éste lo despreciaba por su
fanfarronería violenta y su sed de sangre.
Entre
sus luchas a muerte,
(en las que siempre se presentaba con su coraza, su escudo, su lanza, su espada
y su casco), podemos citar la que concluyó con la muerte
de Halirrotio, hijo de Poseidón, el cual había osado violar a Alcipe, hija de
Ares, a manos de éste. Tras esta muerte se produjo el primer juicio de la historia por asesinato en
el que Ares salió absuelto.
Compañeros
de aventuras de Ares, (Marte para la mitología
romana), fueron su hermana Eris, (también conocida como Éride, la Discordia), y
sus vástagos Fobos y Deimos, (Terror y Temor, hijos nacidos de la diosa
Afrodita). También Enio, la conocida como "Destructora de ciudades",
solía acompañarlo. Padre de las Amazonas, su residencia estaba establecida en
Tracia.
Curiosa
es la leyenda que cuenta que cierto día dos gigantes, que por cierto eran
gemelos, llamados Oto y Efialtes, pretendieron hacerse con el control
del Monte Olimpo y como primer paso, secuestraron a Ares y lo introdujeron
encadenado en una vasija de bronce impidiéndole salir de ella durante trece
largos meses. Para conseguir su liberación, la diosa Artemisa prometió yacer
junto a Oto, pero entonces Efialtes se enfadó preso de la envidia y se enfrentó
a su hermano. Aprovechando el momento de confusión, Artemisa se convirtió en
cierva para escapar y pasó entre los dos… Los hermanos le lanzaron sus lanzas
afiladas para cazarla y terminaron matándose el uno al otro.
En
otra ocasión, mientras Ares copulaba con Afrodita, (con quien engendró también
a Eros), el dios de la guerra encomendó al inexperto Alectrión la guarda y
custodia de la puerta para que nada ni nadie entrase, pero he aquí que éste se
durmió en la guardia y Helios, el dios Sol, se coló en la estancia. Desde
entonces, Alectrión, al que Ares convirtió en gallo, canta cada mañana cuando el sol
aparece por el horizonte.
Ares,
dios Olímpico, no es recordado precisamente por sus hazañas, como se puede ver,
sino más bien por su ansia eternamente insatisfecha de violencia
y muerte y por lo mal parado, herido y humillado que solía terminar en las
trifulcas en las que se metía.
Leyenda
de amor
Según
la historia, que se cuenta desde antes que el niño se hiciera hombre,
y el hombre
anciano.
El
sol y la luna eran, dos enamorados, dicho amor
no tenia condición alguna pues era en esencia puro y benigno.
Como
ocurrió todo? Como se hizo fuerte dicho amor?; son enigmas que pues nadie sabia
con certeza la respuesta, Unos decían que fue amor a primera vista, otros que
fue producto
de que se conocieron de niños
y cuando se hiciera adolescentes
se enamoraron, y los últimos decían que no se conocían mas que por leyendas
y por mensajes que les llevaba el viento.
Y
fue a si como Afrodita, la diosa de la belleza y el amor, sintió celos que una
pareja de mortales pudiese sentir tan grande amor.
Y
entonces decidió demostrar que el amor
de dichos humanos no era tan grande, para lo cual bajo del Olimpo, y se
presento frente al mancebo, con toda su belleza, y haciendo gala de su máximo
poder de seducción, poder tal que ninguna mujer
puede manejar también como ella.
Pero
ante la sorpresa de Afrodita, el mozo, puesto en pie le dijo, mi señora se que
sin duda usted a de ser la mujer mas bella que existe, y su dulzura mayor que
la de cualquier ser mundanal.
Pero
mi corazón
solo es de luna, mi amada mujer, Pues para mi ella es mas deseable mas que Oro
refinado. Dulce que la miel y de miel que destila del panal.
Entonces
Afrodita indignada al no poder tentar al Hombre y darse cuenta que su amor
superaba incluso a los dioses.
Ordeno
separarles para siempre.
Y a
si mando al hombre a que solo saliera en día y a la mujer
de noche de esta manera nuca se encontrarían y ese amor se agotaría.
Sin
embargo, dicho amor nunca se termino y entonces llego la bendición de Zeus el
cual no pudiendo deshacer la orden de Afrodita, le dio una posibilidad, y le
dijo al hombre que cuando quisiere ver a su amada debía esforzarse al máximo y
entonces podría ver el borde del rostro de su amada.
Desgonces
en los días cuando la temperatura
es alta, es que el sol brilla con toda su intensidad, entonces se puede ver la
silueta de la luna en horizonte.
Y
no es otra cosa que el Sol que quiere mirar desde lejos a su amada Luna.
Afrodita
es la diosa del amor y la belleza, y se identifica en Roma
con la antigua divinidad itálica Venus. Según una tradición es hija de Urano y
según otra de Zeus y Dione.
En
el caso de la primera historia, el nacimiento ocurre en el momento que Cronos
(dios del tiempo)
corta los genitales de su padre Urano y los lanza al mar, de donde surge
Afrodita. De ahí que se le conozca como "la diosa nacida de las olas"
o “nacida del semen de dios".
Una
vez que salió del mar, Afrodita fue llevada por los vientos Céfiros, primero a
Citera y luego a Chipre, donde las Horas la vistieron y la guiaron a la morada
de los inmortales.
Posteriormente, Platón
imaginó que había una Afrodita Urania, la diosa del amor puro e hija de Urano;
y Afrodita Pandemo, hija de Dione y diosa del amor vulgar.
Afrodita
es partícipe de un sinnúmero de leyendas. Primero, se casó con Efesto (el
divino cojo y dios del Fuego), pero estaba enamorada de Ares (dios de la
Guerra).
Cuenta
Homero
(escritor de La Odisea
y La Ilíada) que mientras los enamorados se entregaban a la pasión en una
madrugada, en el lecho de Afrodita, Efesto celoso les había puesto una trampa,
pues el Sol le había contado que su amada le estaba siendo infiel.
Cuando
los amantes se dieron cuenta ya estaban atrapados en una red mágica que tenía
el esposo de la bella diosa, y éste fue a llamar a todos los dioses para que
fueran testigos del engaño. Todos se burlaron del asunto, pero Poseidón (dios
del Mar) pidió clemencia y por eso Afrodita y Ares fueron liberados.
La
diosa avergonzada huyó a Chipre, mientras qué Ares se fue a Tracia. Sin
embargo, sus amores tuvieron fruto y detal unión nacieron Eros (dios del amor)
y Anteros, Deimos y Fobos (el Terror y el Temor) y Harmonía. A veces también se
agrega a Príapo.
A
parte de Ares, Afrodita estuvo involucrada amorosamente con Adonis y a Anquises
con quien tuvo a Eneas (héroe troyano y personaje de La Eneida de Virgilio) y a
Lirno.
Pero,
la diosa fue especialmente conocida por sus maldiciones e iras, pues cuando
alguien caía en la desgracia de ofender a la diosa, se condenaba a tormentos
terribles. Por ejemplo, castigó ala Aurora con un amor irrefrenable por Orión,
ya que había cedido a las seducciones de Ares. También castigó a todas las
mujeres de Lemnos, y a que éstas no la honraban, y las impregnó con un olor
insoportable que provocó que sus hombres las abandonaran. De igual manera
castigó a las hijas de Cíniras y las obligó a prostituirse con extranjeros.
Por
otra parte, caer en su gracia era igual o más peligroso. Cuando la Discordia
lanzó una manzana a la más hermosa de las diosas, e hizo que compitieran
Afrodita, Palas Atenea y Hera, y Zeus decidió que fuera Alejandro (Paris, héroe
troyano) el que definiera quién era la más hermosa, cada una le ofreció un
regalo a cambio de que la escogiera. Palas Atenea le ofreció hacerlo invencible
en la guerra, Hera le prometió el reino del universo,
y Afrodita la mano de Helena (hija de Zeus y hermana de los Dioscuros), quien
era la mujer más hermosa del mundo. Paris eligió a Afrodita y fue por esta promesa
que se inició la famosa Guerra de Troya.
Afrodita
agradecida con Paris, lo protegió durante toda la campaña así como a los demás
aqueos, incluyendo a su hijo Eneas, a quien logró salvar de la muerte.
Aunque
Troya iba a perder la guerra definitivamente, Afrodita logró rescatar la raza
de los aqueos con su hijo Eneas, quien luego viajara a una tierra
desconocida donde sus descendientes Rómulo y Remo fundarían Roma.
Así
es como para lo romanos Afrodita, Venus para ellos, fuera su protectora
particular y por eso César le levantó un templo bajo la invocación de Venus
Madre.
Los
animales
favoritos de esta diosa eran las palomas, y estas aves
arrastraban su carro. Sus plantas
eran la rosa y el mirto.
Pertenece
a la generación anterior a los dioses del Olimpo. Era uno de los doce titanes y
el hijo menor de Urano y de Gea, las personificaciones del cielo y de la tierra.
Tuvo muchos hermanos. Los primeros fueron los tres Hecatonquiros, los monstruos
de cien manos y cincuenta cabezas a quienes Urano había apresado en un lugar
secreto. Gea trató de rescatarlos y pidió ayuda a sus otros hijos, incluidos
los cíclopes pero sólo Cronos acudió en su defensa venciendo a Urano y
convirtiéndose en el regidor del universo.
A
pesar de su victoria, Cronos necesitó el permiso de su hermano Titán,
primogénito de sus padres, para reinar. Y es que Gea adoraba a su hijo Cronos
por lo que a fuerza
de muchos juegos,
súplicas y caricias, consiguió que Titán cediese la corona a cambio
de que Cronos matase a toda su descendencia, de forma que algún día el poder
recaería de nuevo en alguno de los titanes. Cronos y su hermana la reina Rea
fueron los padres de la mitad de los dioses y diosas que formaron
originariamente el Olimpo.
El
final del poder de Cronos llegó con el nacimiento de Zeus y su derrota frente a
él. Cronos, finalmente, se instaló en el Lacio, junto al amable rey Jano,
instruyendo al pueblo de éste en diversas artes.
Cronos
es imagen
o símbolo del tiempo, por lo que se le representa como un viejo descarnado, triste
y seco que lleva en sus manos una hoz que indica que el tiempo lo destruye
todo. Además, posee un reloj de arena y está provisto de alas. El hecho de que
engulla a sus hijos también pone de relieve
que el tiempo destruye todo lo existente incluso en el justo momento de
producirlo. Podría decirse, que Cronos es el dios del tiempo.
Zeus
se convierte en rey de los dioses tras destronar a su padre Crono; Crono a su
vez había destronado a su padre Urano. Zeus escucha una profecía en que él a su
vez será destronado por uno de sus hijos. Otra profecía dice que un hijo de la
ninfa Tetis sería más grande que su padre. Posiblemente por alguna de estas
razones, Tetis se casó por orden de Zeus con un mortal, el rey Peleo. Peleo y
Tetis tuvieron un hijo llamado Aquiles quien, según otra profecía, moriría
joven en Troya. Con la esperanza de protegerle, cuando era un niño su madre lo
bañó en el río Estigia, haciéndolo invulnerable excepto en el talón, por donde
lo sujetó.
Todos
los dioses fueron invitados a la boda de Peleo y Tetis, excepto Eris. Ésta se
presentó de improviso en la boda y dejó sobre la mesa una manzana de oro en la
que estaba inscrita la palabra kallisti ("para la más hermosa"). La
manzana fue reclamada por Hera, Atenea y Afrodita. Zeus resolvió el asunto
nombrando árbitro a Paris, un príncipe de Troya, que había sido criado como
pastor a raíz de una profecía, según la cual sería el causante de la caída de
Troya.
Las
diosas quisieron sobornar a Paris: Atenea le ofreció sabiduría, destreza en la
batalla y las habilidades de los grandes guerreros; Hera le ofreció poder
político y el control de toda Asia,
y Afrodita le ofreció el amor de la mujer más bella del mundo. Paris concedió
la manzana a Afrodita, y regresó a Troya.
El
rapto de Helena
La
mujer más bella del mundo era Helena. Era hija de Leda, la cual estaba casada
con Tíndaro, rey de Esparta, y fue seducida por Zeus en forma de cisne; los informes
difieren sobre cuáles de los cuatro hijos de Leda lo eran de Zeus y cuáles de
Tíndaro, pero Homero presenta a Helena como hija de Zeus.
Helena
tenía muchos pretendientes, y Tíndaro estaba poco dispuesto a elegir uno por
miedo a que los otros tomasen represalias. Finalmente, uno de los
pretendientes, Odiseo de Ítaca (Ulises en la mitología romana) propuso un plan.
Hizo prometer a todos defender el matrimonio
de Helena con quien ella eligiese. Ella eligió a Menelao, quien humildemente no
hizo la petición por sí mismo, sino enviando a su hermano Agamenón en su lugar.
Los dos hermanos vivían en la corte de Tíndaro desde que fueron desterrados de
Micenas, después de que su padre, Atreo, fuese asesinado y su trono usurpado
por su hermano Tiestes y su hijo Egisto. Menelao heredó el trono de Esparta de
Tíndaro, con Helena como su reina, y Agamenón, casado con la hermana de Helena,
Clitemnestra, recuperó el trono de Micenas.
Enviado
a hacer tratos diplomáticos a Esparta, Paris se enamoró de Helena y, con la
ayuda de Afrodita, la raptó o la sedujo, y la llevó de regreso a Troya como
esposa. Todos los reyes y príncipes de Grecia
fueron llamados a cumplir su juramento y recuperarla.
La
jefatura de las tropas
Odiseo
estaba casado con Penélope y tenía un hijo, Telémaco. Odiseo para evitar ir a
la guerra, se fingió loco y sembró sus campos con sal. Palamedes fue más listo
que él y puso a su hijo Telémaco delante del arado. Odiseo se incorporó al no
estar dispuesto a matar a su hijo, revelando su cordura y viéndose obligado a
ir a la guerra.
El
adivino Calcas auguró que nunca podría ser conquistada la ciudad de Troya sin
que Aquiles participara en la batalla. Su madre Tetis, sabiendo que Aquiles
moriría si iba a Troya, lo disfrazó de mujer en la corte del rey Licomedes en
Esciro. Allí tuvo una relación amorosa con la hija del rey, Deidamía, de la que
tuvieron un hijo, Neoptólemo. Odiseo descubrió a Aquiles entre las mujeres y
consiguió así que participara en la expedición.
Finalmente,
se reunió una flota de más de mil barcos al mando de Agamenón.
Los
griegos también llevaron los huesos
de Pélope, padre de Atreo y abuelo de Agamenón y Menelao, para ayudarles a
ganar la guerra. Otro oráculo auguró que serían necesarios para conseguir la
victoria.
El
viaje a Troya
Cuando
los griegos partieron a la guerra de Troya, se equivocaron de rumbo y fueron a
parar a Misia, regida por Télefo. En la batalla, Aquiles hirió a Télefo. Puesto
que su herida no cicatrizaba, Télefo preguntó al oráculo y éste vaticinó: «él
mismo deberá curarte». Télefo fingió ser un mendigo y pidió a Aquiles que le
ayudase a cicatrizar su herida. Aquiles rehusó alegando no tener conocimientos
médicos. Odiseo dijo que la lanza había causado la herida y la lanza podría
cicatrizarla. Se pusieron pedacitos de la lanza sobre la herida y ésta
cicatrizó. Télefo les indicó el camino a Troya agradecido por su curación.
Cuando
la expedición se dispuso de nuevo a zarpar desde Áulide, los vientos cesaron.
Calcas auguró que la diosa Artemisa estaba castigando a Agamenón por matar un
ciervo sagrado (o matar un ciervo en un bosque sagrado) y alardear que era
mejor cazador que ella. La única forma de apaciguar a Artemisa era sacrificar a
la hija de Agamenón, Ifigenia. Ifigenia fue trasladada desde Micenas hasta
Áulide con el falso pretexto de que iba a convertirse en esposa de Aquiles.
Cuando llegó, Agamenón se dispuso a sacrificarla pero en el último momento
Artemisa sustituyó a la joven por un ciervo y la llevó a Táurica (o Táurida),
donde fue sacerdotisa de su culto. Allí era la encargada de sacrificar a todo
extranjero que allí llegaba, en honor a Artemisa. Hesíodo dice que se convirtió
en la diosa Hécate. En las tragedias de Eurípides y Sófocles, el sacrificio de
Ifigenia es la principal razón de Clitemnestra para asesinar a su marido al
regreso de la hueste de Troya. El asesinato de Agamenón sería, a su vez,
vengado por su hijo, Orestes.
Filoctetes
era un amigo de Heracles (Hércules en la mitología romana) y, ya que encendió
la pira funeraria de Heracles cuando nadie más quiso hacerlo, recibió su arco y
sus flechas. Navegó con siete barcos repletos de hombres a la guerra de Troya,
donde planeaba luchar en el bando de los griegos. Se detuvieron en una isla
para conseguir suministros y allí Filoctetes fue mordido por una serpiente. La
herida se infectó y desprendía un gran hedor; y los Atridas, por consejo de
Odiseo, ordenaron a Filoctetes permanecer en Lemnos. Medonte tomó el mando de
los hombres de Filoctetes, quien permaneció solo en Lemnos durante diez años.
Inicio
de la guerra
La
armada aquea arribó a las playas de Troya, donde se encontró con gran parte del
ejército troyano esperándola (arqueros y guerreros).
El
oráculo profetizó que el primer griego que pisara tierra sería el primero en
morir en la guerra de Troya. Protesilao, líder
de los filaceos, satisfizo esta profecía. Héctor mató a Protesilao, y Laodamía,
esposa de éste, se suicidó a causa del dolor. Tras la muerte de Protesilao, su
hermano Podarces fue a la guerra en su lugar.
Tras
una batalla en la playa, los aqueos lograron imponerse. Entre otros, Aquiles
mató a un hijo de Poseidón, Cicno, que luchaba en las fuerzas de Ilión. Cicno
era invulnerable a las armas
y Aquiles lo estranguló.
Los
griegos sitiaron Troya durante nueve años. Las tropas griegas saquearon varias
ciudades cercanas y, en el reparto del botín, Agamenón tomó como esclava a
Criseida, hija de Crises, sacerdote de Apolo. Cuando Crises intentó pagar su
rescate, fue maltratado, así que pidió a Apolo que castigase a los griegos, y
la armada fue azotada por una plaga.
El
oráculo emitido por Calcas dijo que la plaga solo cesaría si Agamenón devolvía
a Criseida a su padre. Enojado por esto, y con Aquiles (que garantizó el
cumplimiento del oráculo), Agamenón aceptó devolver a Criseida pero a cambio
tomó a la concubina de Aquiles, Briseida. Aquiles y Agamenón discutieron y
Aquiles se negó a luchar. Aunque los griegos estaban destinados a ganar la
guerra, Aquiles pidió a su madre Tetis que intercediera ante Zeus para
asegurarse de que a los griegos les fuese mal hasta que Agamenón se disculpase
ante él. Los siguientes días los griegos fueron duramente castigados en la
batalla y los principales guerreros, salvo Áyax, fueron heridos gravemente. Los
troyanos, liderados por Héctor, avanzaban sin parar sobre las posiciones
griegas llegando incluso hasta las naves las cuales comenzaron a prender fuego;
lo hubiesen logrado a no ser por la resistencia
de Áyax y la llegada de Patroclo.
En
vista del peligro, Aquiles había dejado que su compañero Patroclo llevase su
armadura y liderase las tropas en la batalla. La llegada de Patroclo le dio
nuevos ánimos a los griegos (quienes creían que era Aquiles) y logaron expulsar
a los troyanos de las naves. Sin embargo, Héctor dio muerte a Patroclo (con
ayuda de Apolo) y se quedó con la armadura de Aquiles tras una ardua batalla
que se había desencadenado alrededor del cuerpo sin vida de Patroclo. Loco de
dolor, Aquiles juró venganza, mató a Héctor y arrastró su cuerpo atado a su
carro alrededor de las murallas de Troya tres veces, y daba 13 vueltas
alrededor de la pira funeraria de Patroclo por cada día que pasaba. Aquiles,
furioso, se negó a devolver el cuerpo de Héctor a los troyanos para los ritos
funerarios hasta que, Príamo, acompañado por Hermes, fue una noche en persona
a suplicarle que lo devolviese, con lo que se ablandó y declaró una tregua de
doce días mientras durasen los funerales de Héctor.
Muerte
de Aquiles
Poco
después de la muerte de Héctor, Aquiles venció a Memnón de Etiopía y a la amazona
Pentesilea (con quien Aquiles tuvo una aventura según algunas versiones). Fue
muerto por Paris; bien de una flecha en su talón dirigida por Apolo durante una
tregua; o en otra versión, directamente por el dios Apolo. Sus huesos fueron
mezclados con los de Patroclo, y hubo juegos funerarios. Como Áyax, se
representa viviendo tras su muerte en la isla de Leuce en la desembocadura del
Danubio. En Las troyanas y Hécuba,
obras de Eurípides, Políxena, hija de Príamo, es sacrificada en la pira fúnebre
de Aquiles
En
otra versión bastante diferente de las anteriores, Aquiles había prometido a
Príamo que, si consentía el casamiento con su hija Políxena, pasaría a
abandonar a los suyos y defender Troya, pero tras concertar una cita en el
templo de Apolo Timbreo, fue asesinado por Paris con una daga en la espalda (o
una flecha en el talón).
La
armadura de Aquiles; la muerte de Áyax.
La
armadura de Aquiles era motivo de disputa entre Odiseo y Áyax. Compitieron por
ella, resultando vencedor Odiseo. Áyax, encolerizado, juró matar a sus
compañeros; comenzó a matar ganado (pensando que eran soldados griegos) y
posteriormente se suicidó.
Los
griegos capturaron a Héleno, hijo adivino del rey Príamo, y lo torturaron hasta
que dijo bajo qué circunstancias podrían tomar Troya. Héleno dijo que ganarían
si recuperaban las flechas de Heracles (que estaban en poder de Filoctetes);
robaron la estatua troyana de Palas Atenea (llamada Paladio) y convencieron al
hijo de Aquiles (Neoptólemo) de que fuese a la guerra. Neoptólemo estaba oculto
de la guerra en Esciro, pero los griegos le localizaron.
Odiseo
y Neoptólemo trajeron a Filoctetes de Lemnos. Su herida fue curada por Macaón o
Asclepio. Filoctetes mató a Paris con sus flechas.
El
cerco de Troya duró diez años. Los griegos idearon una nueva treta - un gran
caballo de madera
hueco. Fue construido por Epeo y lo ocuparon soldados griegos liderados por
Odiseo. El resto de la armada griega fingió partir y un espía griego, Sinón,
convenció a los troyanos de que el caballo era una ofrenda a Atenea a pesar de
las advertencias de Laocoonte y Casandra. Los troyanos introdujeron el caballo
en la ciudad e hicieron una gran celebración y, cuando los griegos salieron del
caballo, la ciudad entera estaba bajo el sueño de la bebida. Los guerreros
griegos abrieron las puertas de la ciudad para permitir la entrada al resto de
las tropas y fue saqueada sin piedad alguna.
Saqueo
de Troya y regreso de los supervivientes
El
fantasma de Aquiles se apareció a los supervivientes de la guerra, pidiendo que
Políxena, la princesa troyana, fuese sacrificada antes que ninguno pudiese
partir. Neoptólemo realizó el sacrificio.
Según
la Odisea, la flota de Menelao fue empujada por tormentas hacia Creta y Egipto
de donde no pudieron continuar la navegación por la ausencia de vientos.
Menelao tuvo que atrapar a Proteo, una deidad marina para averiguar qué
sacrificios a los dioses debían hacer para garantizarse una travesía segura.
Proteo también dijo a Menelao que estaba destinado al Elíseo tras su muerte.
Menelao regresó a Esparta con Helena.
Odiseo,
tras diez años de viaje (narrados en la Odisea) llegó a Ítaca tras veinte años
(los diez de la guerra y los diez de regreso). Durante su travesía estuvo en el
país de los cicones (de donde fue gravemente repelido, solo su nave sobrevivió,
tras saquear una aldea), en el país de los lotófagos, en la isla de los
cíclopes (donde perdió a cuatro de sus hombres), la isla de Eolo (quien le dio
la bolsa de los vientos), el país de los lestrigones (quienes se comieron a dos
hombres de su tripulación),en la isla de Circe (lugar en el que estuvo un año y
tuvo un hijo), en el país de los Cimerios (en el cual fue al infierno, donde
charló con sus viejos amigo y su madre), en la isla de Calipso (en la que
estuvo muchos años) y por último en el país de los feacios. Cuando llegó a
Ítaca muchos pretendientes al trono que lo creían muerto entablaron una batalla
contra Odiseo, Telémaco, Eumeo y Filiato quienes acabaron con los pretendientes
y Odiseo recuperó su reino.